The Girl Pope

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Anti Haul y Deinfluencing

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Las mejores compras que he hecho en mi vida

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Gala
jun 01, 2025
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Imagíname en mi salón viendo un vlog del día a día de una youtuber en el que cuenta que su casa tiene un segundo cuarto de baño, pero que lo tiene inhabilitado y no puede usarlo porque esta lleno de todos los productos de cuidado, higiene y belleza que le mandan las marcas y agencias diariamente. Abre la puerta, veo las cajas amontonadas: Escalofríos. Pelos de punta. Pulsaciones. Sudor frío.

No querría ser la más pickme de la red, pero a mí la idea de habitar casillas de excel de las listas de PR y que gente que no conozco tenga mi dirección y me bombardee semanalmente con productos y paquetes que gestionar me parece worst-case scenario. Porque estos objetos, aunque redundantes y en exceso, poseen un valor que complica deshacerse de ellos. Por eso entiendo a Carlota, entiendo el baño inutilizado, entiendo los armarios que no cierran, entiendo el polvo acumulado. La Posesión es una maldición de la que todos somos víctima.

No tengo una relación especialmente estable con los objetos. La mayoría de las cosas que poseo me resultan cargantes: me estorban, me exigen, producen ruido de fondo constante. Tener significa mantener, limpiar, mover, recordar, hacer sitio. Pero al mismo tiempo, mis cosas son mis cosas, y las amo.

Después de varias mudanzas he desarrollado una especie de intolerancia a la posesión. No en términos ideológicos, sino puramente prácticos. Hay objetos que me agotan antes incluso de usarlos. Objetos que no quiero cargar, ni guardar, ni dejar atrás. Objetos que no valen el coste de ser pensados. Y sin embargo, ahí están: ocupando espacio, literal y mental.

Durante los años de universidad dormí sobre un canapé lleno hasta los topes de mis posesiones. Y por las noches, tumbada encima de todas mis cosas, como en la princesa y el guisante, me invadía una preocupación muy específica que me quitaba el sueño: ¿qué voy a hacer con todo esto? Me sentía físicamente responsable de cada objeto que había decidido conservar, como aprisionada por un pacto con ellos. Mi guisante del Tener.

Desde entonces he aprendido a detectar con cierta precisión lo que merece permanecer o ser adquirido. Lo que no pesa más de lo que aporta. Lo que no genera una narrativa, ni una estética, ni una identidad, sino simplemente resuelve. Cosas que hacen su trabajo. Que no representan, ni prometen, pero funcionan. (Para más trucos de educación financiera etc sígueme)

Mientras medio internet te convence de que consumir es empoderador, Romy Mars (hija de Sofia Coppola y estrella del momento) se graba en su teen room diciendo lo obvio con total normalidad: que no necesitas nada de lo que te enseñan en instagram. Ni el serum con nombre japonés, ni la tetera de diseño. Solo criterio y personalidad.

This is your reminder. You don't need the stuff that you're being advertised on TikTok Shop, on Amazon, on anything. You don't need that stuff.

The system is based around making you feel like you're not enough so that you buy things to feel like you're enough. And, you know, everything's aesthetic and cute, and I know I contribute to that, but it's generally just because my mom gives me cute shit, so I like to put it in my room and organize and take pictures, whatever.

You don't need to go and, like, buy these things to be whole. You know, products and material items don't make us whole, so how could we ever be empty without them?

You know, I have had a problem with shopping these days, and I've decided I'm gonna stop because this is just getting ridiculous. And the life is not about material things. It's not about having the cutest outfit, it's not about having the coolest jewelry. It's not about having the coolest shit. It's about having the coolest personality and being a fucking baddie.

So don't feel bad when, I mean, like, how are you supposed to not feel like shit that you can't buy a million products when, like, you're just scrolling through TikTok and being advertised a million things? This is why I don't do sponsorships and, like, ask you guys to buy shit. It's ridiculous. I'm sick of people trying to sell things online. You don't need to buy things. If you see an ad, just fucking say you're not interested in it.

And yeah, I love you. You're more than literal objects.

@r0mymars @r0mymars ♬ original sound - romy mars
Tiktok failed to load.

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Ahora que ya he despotricado sobre el exceso, la acumulación y la pesadilla logística de poseer cosas, vengo a hacer justo lo contrario: una lista de objetos. Pero no cualquier lista. Esta es mi selección ultra-curada de herramientas humildes, sin marketing, sin storytelling aspiracional. Objetos que simplemente resuelven. Que me han hecho la vida exponencialmente más fácil y llevadera.

Todos cuestan menos de 25€, salvo unos pocos —muy bien justificados— que están por debajo de los 100€, porque a veces pagar un poco más te salva el cuello cada día durante años. No son piezas especiales ni hallazgos mágicos, pero su impacto es inmediato. Y supongo que tenerlos no produce euforia ni entusiasmo, pero son una forma estable y silenciosa de bienestar. Objetos que hacen mi vida exponencialmente más fácil.

La lista completa es solo para suscriptores premium, pero te prometo que vale más que muchos carritos de Amazon.

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