sweater weather crisis 🧶

Ya no los hacen así.

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✶ Al final del texto he dejado una selección de muchísimos jerseys de segunda mano con links y descripciones para los paid-subscribers. Iré actualizando la selección, pero si alguno os ha gustado mucho recomiendo comprarlo antes de que se te adelanten los demás subscritores. — La subscripción de pago puede cancelarse cuando ya no te interese, pero agradecería mucho que la mantuvierais para seguir haciendo con ganas estas secciones de servicio público. Consideremos el mecenazgo.

✶ Este post es demasiado largo para leer en email, aconsejo leerlo en app o navegador.

Sin más dilación:

Ya es otoño, y pienso en cómo lo hacen los demás para hablar de temporadas sin caer en sentimentalismos. Pero es verdad, las copas de los árboles se mecen y el aire se vuelve afilado, crujiente, crisp. En este breve intervalo anual nos recogemos, buscando por fin una calidez física y emocional después del frenético verano. Empiezan las nostalgias. You gotta be warmpilled & cozymaxxing.

Fue hace un par de otoños cuando entré en una espiral de locura por toda la obra de Nora Ephron, en la que agoté y consumí cada idea que había pasado por su cabeza.

¿El detonante? Sencillamente un jersey bien hecho. Apareció en mi TL un frame de la famosa escena de ‘When Harry met Sally’ en la que Billy Crystal está envuelto en un suéter blanco de dos dedos de grosor leyendo Stephen King, y de repente me vi atrapada en sus redes de pura lana escocesa.

You couldnt make this movie today

Esta escena nos abre una ventana a lo que antes parecía una verdad incuestionable: Una promesa de continuidad, de persistencia y presencia. Las cosas estaban hechas para durar.

Estamos inmersos en una crisis cultural si la sola noción de una prenda de calidad mueve vidas. Si un sencillo jersey hace que una escena se vuelva icónica por su mera presencia en pantalla. Muchos han fallado estrepitosamente en la empresa de recrear ese look de culto, incluso el mismo Billy encajó la pose en su 75 cumpleaños consiguiendo con ello solo hacer parodia. Tenemos que afrontar la realidad y es que simplemente: ‘Ya no los hacen así’.

Los jerseys ya no son lo que eran. Y detrás de este declive se esconde una realidad menos trivial: la desaparición de lo duradero y el triunfo de lo efímero en nuestra forma de habitar el mundo.

El jersey de calidad, entonces, se convierte en algo más que una simple prenda: es un vínculo con una forma de vida que reconoce que algunas cosas, como el ser mismo, no se pueden apresurar ni consumir sin consecuencias. En este sentido, el declive de los jerseys es también el declive de nuestra conexión con el tiempo profundo.

Esta caída en la calidad no es un fenómeno aislado. Está intrínsecamente ligada a una visión del mundo en la que lo temporal y lo inmediato han desplazado a lo permanente. No es solo que los suéteres sean más finos o que se desgasten más rápido; es que hemos perdido la capacidad de valorar lo que perdura. Esto revela una crisis en nuestra relación con el tiempo y con los objetos: ya no buscamos lo que nos acompañe en el recorrido de nuestra vida, sino lo que pueda satisfacernos instantáneamente, aunque sea de manera fugaz.

En ‘Ser y Tiempo’, Heidegger reflexiona sobre nuestra relación con el ser, el mundo y el tiempo. Gran parte de la vida moderna está marcada por el olvido del ser: nos distraemos con lo que es inmediato, con lo que se agota en el momento presente. Y cuando lo inmediato desplaza lo duradero, nos desconectamos del ser y caemos en lo que él llama la cotidianidad impropia, donde todo se vuelve banal y transitorio.

También Bauman, con su idea de la modernidad líquida, articula esta tendencia hacia lo efímero y superficial. Vivimos en un mundo donde todo lo que valoramos parece estar destinado a desvanecerse. Esta lógica de lo pasajero ha invadido incluso nuestras relaciones más íntimas, desde los vínculos afectivos hasta nuestra relación con los objetos que nos rodean. La calidad, que alguna vez fue una expectativa básica, ha sido sustituida por lo inmediato.

El jersey que encontramos en las tiendas hoy, sintético y endeble, es el producto de un sistema que valora la producción rápida y masiva, pero también es un reflejo de nuestra inclinación a huir de la responsabilidad del cuidado. Así como nuestra ropa se ha vuelto más ligera y desechable, también lo ha hecho nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Se ha reemplazado el acto de cuidar por el acto de consumir.

El clamor por ese suéter es sintomático de un deseo reprimido de volver a conectar con algo auténtico, algo que desafíe la tiranía de lo desechable. Pero este entusiasmo no es más que una ilusión momentánea, porque, al final, la mayoría sigue decantándose por la superficial satisfacción de lo inmediato. Aquí encontramos una paradoja: ansiamos calidad, pero no estamos dispuestos a pagar el precio que implica mantener una relación de cuidado con nuestros objetos.

Lo que en el siglo XX parecía ser una indulgencia en lo duradero ahora se ve como un lujo, algo casi excéntrico. La única forma de encontrar calidad es, irónicamente, retrocediendo al pasado, recurriendo a la ropa de segunda mano. Prendas como las de nuestros padres, hechas con materiales que hoy parecen inalcanzables, son las que nos ofrecen esa sensación de estabilidad y refugio que el mundo moderno parece incapaz de proporcionar.

Quizá por eso, cuando vemos prendas como el jersey de Billy Crystal en ‘When Harry met Sally’, las camisetas basicas de Jeremy Allen en ‘The Bear’ o el suéter de Chris Evans en ‘Knives Out’ (s/o Ainhoa ily), el público responde de manera casi visceral. No es solo la estética del jersey lo que nos conmueve, es la sensación de haber recuperado algo que creíamos perdido: un objeto que, aunque sea solo en apariencia, nos conecta con una época en la que las cosas permanecían. Esta respuesta cultural nos revela un anhelo profundo por lo que ha desaparecido.

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✶ Algunos consejos para huir de la inmediatez

En un entorno donde consumismo y fastfashion prevalecen sobre la calidad y la permanencia, buscar un buen jersey se convierte en un acto ideológico. Aquí algunos consejos para dar con tu próximo jersey favorito:

1. Aprende a identificar materiales auténticos

   La lana natural, especialmente de alta calidad como la lana merino, el cashmere o la lana virgen, es uno de los indicadores más claros de durabilidad. Fíjate en el peso del jersey: una prenda más pesada suele estar mejor tejida, con hilos más gruesos, lo que garantiza mayor longevidad. Evita las mezclas con materiales sintéticos como el acrílico, que tienden a desgastarse más rápido y perder forma.

2. Investiga sobre técnicas de confección

   Saber cómo ha sido confeccionado el jersey puede decirte mucho sobre su calidad. Los jerseys hechos a mano o en máquinas manuales suelen tener mayor textura y detalles más ricos. Los trenzados complejos requieren más tiempo y habilidad, lo que se traduce en mayor calidad. Los jerseys hechos a máquina en masa tienden a ser más planos y menos texturizados.

3. Apuesta por lo vintage y de segunda mano

   Las prendas antiguas son reliquias que han superado la prueba del tiempo. Busca en tiendas de segunda mano o en plataformas como Vinted o eBay, donde estos jerseys suelen aparecer a precios razonables.

4. Ajuste y proporciones

   Un buen jersey no tiene que ajustarse de manera ceñida. De hecho, un corte ligeramente más holgado, con un buen ajuste en los puños y la cintura, puede ofrecer una sensación de comodidad y estilo que no encontrarás en prendas más baratas. Opta por colores versátiles como el crema o tonos tierra, que no solo son clásicos, sino que se adaptan fácilmente a diferentes estilos.

   

5. Cuida lo que tienes

   La durabilidad de un buen jersey también depende del cuidado que le des. Lava tus prendas de lana a mano o utiliza ciclos delicados con agua fría, evitando siempre secadoras que pueden dañar las fibras. Guardar los suéteres doblados, en lugar de colgados, esto ayuda a que mantengan su forma.

6. Textura como indicador clave

   La textura es uno de los mejores indicadores de calidad. Los jerseys con cabos de hilo más gruesos, con trenzados o detalles visibles, tienden a ser más duraderos que los tejidos finos y lisos que encuentramos ahora en las tiendas.

7. Invierte en piezas de calidad

   Puede que sea tentador optar por tener varias versiones y colores de jerseys más asequibles, pero a largo plazo, la inversión en una pieza de calidad siempre valdrá la pena.

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🧶 Mi Selección de Jerseys de Óptima Calidad (2nd hand vinted finds)

estos y muchos más unas líneas más abajo

Con mis conocimientos de segunda mano he buceado el mercado para traeros opciones en todas las tallas de jerseys gruesos, texturizados, de pura lana y la mejor calidad.

• Hay muchísimas opciones de talla, desde la XS de mujer hasta la XL de hombre. Tened en cuenta que estas prendas son bastante oversized, suelen tallar bastante más. Y que son por supuesto unisex. Si dudais pedid medidas al vendedor.

  • Precaución en el tallaje de lana: Los jerseys de lana se encogen cuando se lavan en caliente. A veces la gente no sabe cuidarlos y los vende encogidos. Esto no solo afecta a la talla, sino a la textura. Un jersey encogido está apelmazado y se nota estropeado. Nunca compreis un suéter encogido, ni aunque os corresponda la talla encogida.

• Toda la selección son jerseys hechos con fibras naturales, ya sea algodón o, sobre todo, lana de distintos tipos: Virgen, merino, cashmere… No hay NADA sintético. Ni un 2% de su composición. Pura pura lana.

• No tengais miedo en hacer ofertas. Tratad de sacar el mayor descuento posible al comprar en Vinted.

• Si veis alguno que os guste y se adapte a vuestra necesidad daos prisa en comprarlo, finders keepers.

A continuación los links de todos los jerseys de segunda mano que he encontrado, divididos por tallas, con descripción para que os hagaís una idea.

* Iré actualizando la lista, así que no temáis. No obstante, si alguno os encanta especialmente compradlo antes de que otra persona se os adelante.

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